Lisdey Espinoza / Profesora de Relaciones Internacionales de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey, campus Querétaro
Desde el inicio de su Administración, Joe Biden apostó por un discurso inclusivo, contrastante con el divisorio de Donald Trump.
A casi un año del inicio de su presidencia, ¿ha logrado unificar al país?
La agenda gubernamental de Biden fue muy extensa, teniendo como eje cinco puntos principales: aminorar los contagios por COVID-19; la recuperación económica; el medioambiente; el retorno de EUA a la agenda internacional; y la unificación de un país separado ideológicamente.
De esos cinco puntos hay tres que valen la pena resaltar: la rápida distribución de vacunas contra el coronavirus; la aprobación del plan de rescate para apoyar en la reactivación económica y el regreso de EUA al Acuerdo Climático de Paris.
Biden cumplió sin problemas su promesa de 100 millones de vacunas en sus primeros 100 días, pero no ha superado el reto de vencer el miedo a la vacunación entre la población. Su plan de rescate económico también fue bastante extenso abarcando desde apoyo al desempleo, vivienda, educación, entre otros.
Sin embargo, queda aún por verse si este ambicioso plan no termina por sobrecalentar la economía al inyectar tanto gasto. También, ha logrado reposicionar a EUA en la agenda internacional después del aislacionismo de Trump.
Por otro lado, Biden ha tenido también grandes retos a nivel doméstico y uno de los principales es la creciente polarización bipartidista. Ningún republicano votó por su plan de rescate y la mayoría demócrata en el Congreso es muy estrecha.
Esto puede orillar a Biden a seguir abusando de sus órdenes ejecutivas y otras acciones centralistas para poder avanzar en su agenda. A nivel internacional, el escenario es igual de complejo, ya que su desempeño no ha recibido buenas críticas al menos en migración, la retirada de Afganistán y la firma del pacto AUKUS con Reino Unido y Australia.
Aunque Biden se ha mostrado más abierto en cuestiones migratorias, lo cierto es que lo logrado a casi un año no ha sido capaz de revertir la política tóxica antinmigración de Donald Trump.
En cuanto a Afganistán, la crítica ha sido profunda sobre el juicio, la competencia e incluso la empatía de la actual Administración ante una salida tan apresurada y caótica. Biden prometió en repetidas ocasiones que la retirada de ese país sería ordenada, deliberada y segura. La evidencia se ha encargado de contradecirlo múltiples ocasiones. Biden fue víctima de su optimismo.
Librarse de las consecuencias políticas y de seguridad que acarree Afganistán le costará mucho tiempo y bien podría convertirse en el error más significativo de su Administración. Un último reto a nivel internacional que está fracturando la relación entre EUA y Europa es el sorpresivo acuerdo AUKUS.
El cómo la Administración de Biden enfrente los posibles retos que este pacto traiga tanto con la Unión Europea como con la OTAN marcará también un importante cambio de política exterior.