Paraísos fiscales: redes complejas en el mundo de los negocios
Redacción El nombre de los paraísos fiscales volvió a tomar fuerza a raíz de la filtración de 12 millones de documentos sobre las fortunas de personas poderosas, en los cuales, hay más de 330 políticos de 90 países, quienes utilizan compañías ‘offshore’ secretas para ocultar sus activos. Los Papeles de Pandora revelaron las complejas redes … Leer más
Redacción
El nombre de los paraísos fiscales volvió a tomar fuerza a raíz de la filtración de 12 millones de documentos sobre las fortunas de personas poderosas, en los cuales, hay más de 330 políticos de 90 países, quienes utilizan compañías ‘offshore’ secretas para ocultar sus activos.
Los Papeles de Pandora revelaron las complejas redes construidas en el mundo de los negocios para mover el efectivo.
Sin embargo, ¿Qué son los paraísos fiscales y cuáles son los colaboradores?
Un paraíso fiscal es un territorio caracterizado por aplicar un régimen tributario, especialmente para favorecer a los ciudadanos y empresas no residentes que se domicilien a efectos legales en el mismo.
Las ventajas consisten en una exención total o una reducción en el pago de impuestos, así como el secreto bancario.
La actividad evita la responsabilidad del pago de impuestos fiscales que las leyes de un Estado imponen como el gasto público y el pago de las deudas e inversiones.
Habitualmente, aunque existe un acuerdo de doble imposición, los paraísos fiscales incumplen el intercambio de información tributaria.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuatro factores clave son utilizados para determinar si una legislación configura un paraíso fiscal:
Los colaboradores necesarios o facilitadores de la utilización de los paraísos fiscales son:
Estos facilitadores crean las empresas interpuestas, conocen la existencia de bancos ‘offshore’, la normativa y sus lagunas; son firmas especializadas con delegaciones en todo el mundo que garantizan el anonimato.
Hasta hace tres años se contabilizaban 175 regímenes fiscales en 50 países. روليت مجاني
En este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) desarrolla un proyecto en el que enlista los beneficios de estos regímenes con la finalidad de convertirlos en menos agresivos, o incluso eliminarlos.
En abril de este año, el organismo informó que el Foro sobre Prácticas Tributarias Nocivas tomó nuevas conclusiones sobre 25 regímenes, entre los que destacó la abolición del régimen bancario extraterritorial de Australia, la abolición del régimen de Filipinas a partir de 2022, así como la intención de Estados Unidos de eliminar su régimen de ingresos intangibles.
Además, se acordó que dos regímenes recién introducidos eran “no perjudiciales”; Hong Kong, China, y Georgia, Estados Unidos.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, estos son algunos de los centros financieros considerados paraísos fiscales:
De acuerdo con Robert W. Wood, socio director del estudio de abogados WOOD LLP, especialista en fiscalidad, en San Francisco, es totalmente legal tener una cuenta en un paraíso fiscal.
“Es perfectamente legal que una persona posea una empresa en el extranjero que simplemente mantiene cuentas bancarias o un fideicomiso extranjero con cuentas, acciones”, indicó. كيفية اللعب في bet365
De acuerdo con el abogado Herbert Bettinger Barrios, tener una empresa ‘offshore’ no es ilegal, lo ilícito es no que no se informe al fisco nacional respecto a las inversiones en el extranjero y no pagar sus impuestos en el país donde se originan la mayor parte de sus ganancias.
Es decir, son ilegales cuando su objetivo es ilícito como el lavado de dinero, el pago omiso de los impuestos, la desviación de recursos públicos o que los ingresos provengan de delitos como el secuestro o robo.
De acuerdo con el Rastreador de vulnerabilidades de flujos financieros ilícitos, México ocupó el lugar 31 este año entre los países denominados paraísos fiscales.
El país pierde más de 9 mil millones de dólares en impuestos cada año debido al abuso fiscal global, es decir, 6.4 por ciento de los ingresos fiscales recaudados equivalen a la pérdida de 73 dólares por cada habitante.