El Profesor de la UNAM, Miguel González Ibarra, comparte esta visión y señala que la pérdida de poder adquisitivo suele impulsar estas emisiones, las cuales contradicen la tendencia mundial de eliminar billetes de alto valor. Tenorio aporta un argumento práctico: el billete de mil pesos ya enfrenta dificultades para circular, pues no todos los comercios lo aceptan y los cajeros automáticos rara vez lo dispensan, lo que volvería al billete de 2 mil una pieza innecesaria y poco funcional. El caso de Argentina, que emitió un billete similar en 2023 durante una inflación galopante, recuerda los contextos que suelen impulsar estas decisiones.