RC: Lo primero es romper mucho esos techos de cristal y ese estigma que hay. Por ejemplo, yo me he tomado mucho con el tema de la edad, que a veces por creer que eres mujer, joven, ya hay un problema, que no tienes la experiencia ni capacidad para desempeñar un cargo, o incluso el estar en un ambiente que hegemónicamente ha sido diseñado para hombres, pues también afecta mucho, y el que no haya tantas mujeres en los cargos de representación popular o siendo representantes, por ejemplo regidoras, presidentas municipales… es un gran problema, porque no es lo mismo que un hombre pase por ciertas circunstancias a una mujer, que lo vive en carne propia.