Una de las opciones menos conflictivas sería reducir la inversión física, lo que permitiría ahorrar cerca de 270 mil millones de pesos, aunque esta medida no alcanzaría para cubrir el ajuste total necesario. Además, la administración deberá adoptar un marco macroeconómico más realista. Mientras el gobierno prevé un crecimiento del PIB de 2.5%, los especialistas estiman que será de solo 1.5%.