Ante un contexto internacional, y claramente nacional, donde la polarización social se vuelve una de las mayores estrategias de incursión ideológica y de promoción de fanatismos, propagación de valores desde el odio, la xenofobia o la división, es como la sociedad actual vive un momento histórico de vacíos en materia de liderazgo social y político. Ya conocemos el caso de Brasil, Estados Unidos y México, donde se puede apreciar con claridad el suceso.