“Si dejáramos que entrara el maíz transgénico, perderíamos esa riqueza biológica que viene de ese maíz. Pero resulta que no solo es riqueza biológica, sino también es riqueza cultural porque, como bien dice el Popol Vuh: las mexicanas y los mexicanos somos hijos del maíz; porque nuestros pueblos originarios, los pueblos originarios, y hoy la dieta fundamental del mexicano, de la mexicana, sigue siendo el maíz”, destacó.