México Flamenco homenajea a Martha Forte

Con el tradicional vestido rojo y cola larga, la bailarina Marien Luévano se hacía presente en el escenario para iniciar el homenaje póstumo a Martha Forte, quién es un referente del flamenco mexicano.

Su trayectoria inspiró a varias generaciones para seguir esparciendo el flamenco y la danza en nuestro país.

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En esta presentación se replicaron varios performances que la mexicana realizó y la llevaron a ser conocida a nivel mundial. Luévano inició con un flamenco lento en el que con su abanico realizaba diferentes pasos de baile que introdujeron al público a no perder la mirada de los que estaban al frente.

La sorpresa de la noche fue la presentación de María Martha Rodríguez, nieta de Martha Forte quién sigue su legado y continúa llevando el flamenco en sus venas. Su presentación estuvo llena de referencias a su abuela, quién prefería usar el vestido rojo con varios accesorios dorados a su alrededor así como las zapatillas plateadas.

Martha Forte, una maestra

Al ritmo de la guitarra española y las palma, en un tercer acto levantó un reboso blanco que comenzó a ondear por toda la pista. A un ritmo más rápido las palmas y el golpeteo de los zapatos generaron en el público mucha emoción que al acabar dicho acto la gente se puso de pié para elogiar a los cantantes y a la bailaora.

Posteriormente dejo su reboso en el piso y continúo bailando, pero sus pies eran ahora el centro de atención, ya que con ellos hacia retumbar el escenario del Teatro de la Ciudad, los músicos no se quedaban atrás y zapateaban junto a la bailarina para hacer ese sonido aún más fuerte.

Acabando su acto todos dejaron el escenario, con excepción del guitarrista que bajo una luz muy clara se quedó amenizando el recinto esperando la entrada de Armando Tovar, bailaor que con cada nota que salía de la guitarra su cuerpo se movía de un sitio a otro.

Arte en Ibérica Contemporánea

El guitarrista dejó el escenario y así dio paso a que los cantores ingresarán para ponerse a los costados de Armando y alentarlo a bailar cada vez más rápido.

De un momento a otro, el bailaor siguió haciendo la música con sus pies, acompañado de las percusiones que también seguían el bailar del joven que dejó sorprendido a los asistentes por la velocidad en la que se movía.

Al finalizar entraron cuatro mujeres que llevaron flores a todos los bailarines, ellas fueron alumnas de Martha Forte y con lágrimas en los ojos María Rocío Navarrete, en representación de todas agradeció el homenaje a su maestra.

“Fue un enorme honor haber sido alumnas de Martha Forte, no solo nos enseñó a bailar sino también muchas cosas de la vida, era muy cálida y exigente pero estaba en cada detalle, quiero decirle que vi en tu baile (refiriéndose a María Martha Rodríguez) el alma de tu madre y tu abuela, ella sigue en nuestros corazones y vivirá gracias a ustedes”, comentó.

La quinta noche del Festival Ibérica Contemporánea cerró con las palmas de un Teatro de la Ciudad que disfrutó de ver a los mexicanos en el escenario.

Con información de Braulio Colín