El senador Agustín Dorantes Lámbarri pisó las calles de la colonia Valle Alameda, una zona de la capital que, como muchas otras, vive con la angustia del deterioro. Su visita no fue protocolaria, sino un acercamiento de primera mano para palpar un problema que se ha vuelto crónico: el colapso de sus sistemas de drenaje. Con más de 50 años de antigüedad, las tuberías han llegado a su límite, y con cada temporada de lluvias, el miedo de los vecinos se convierte en realidad.