Más allá de la competencia, el torneo se diseñó como una plataforma para el esparcimiento familiar y el fortalecimiento de la convivencia comunitaria. A lo largo del certamen, se incentivaron valores esenciales para el desarrollo personal y colectivo, como el trabajo en equipo, la disciplina, el respeto, la perseverancia y el juego limpio. De igual forma, el evento promovió activamente la adopción de un estilo de vida saludable entre los participantes y sus familias.