Por lo tanto, una estrategia de retención sólida es no solo necesaria, sino también más rentable en el largo plazo. En cuanto a la atracción de nuevas contrataciones, el porcentaje destinado a este fin suele ser menor que el de la retención, representando entre un 15 y un 30 por ciento del presupuesto de recursos humanos, ya que el costo de retener suele ser más bajo.