El beneficio no se limita a la FIFA, que verá un impacto económico favorable, sino que se extiende a un ecosistema más amplio que incluye a corporaciones, medios de comunicación y todo el personal involucrado en la compleja logística de los 13 partidos que albergará México. La exención, aprobada por el Congreso dentro de la Ley de Ingresos de la Federación, consolida al país como la única sede que garantiza esta ventaja fiscal para el torneo, un factor clave para asegurar la participación nacional en la organización tripartita junto a Estados Unidos y Canadá.