El presidente municipal de Querétaro, Felipe Fernando ‘Felifer’ Macías Olvera, realizó la presentación oficial de la Guardia Cívica, el nuevo grupo de la Secretaría Seguridad Pública.
Y es que esta división tendrá contacto con todas las dependencias de seguridad y con los ciudadanos en las colonias, pues su objetivo es prevenir delitos, atender incivilidades y generar la mediación entre las personas.
Cabe mencionar que en la primera convocatoria hubo 579 registros, de los cuáles iniciaron su formación 172 personas, quienes integrarán la primera generación de la Guardia Cívica.
En ese sentido, el alcalde estimó que para el 2027 se pretende llegar a los 400 elementos y con ello incrementar en 30 por ciento el número de policías en la capital.
«Queremos compactar de manera intensiva la formación de nuestros Guardias Cívicos a poco más de tres meses para que una vez que arranquen su información puedan estar en la calle a los poco más de tres meses. Hoy un policía tarda en su formación de ocho a nueve meses».
El alcalde precisó que el enfoque de esta policía es emitir sanciones administrativas, uso de la fuerza no letal, pues estarán dotados de patrullas de última generación con GPS y radiocomunicación, así como cámaras de videovigilancia.
Además contarán con moto patrullas, camionetas tipo van, tableta electrónica vinculada al C4, herramientas de uso no letal de la fuerza, gas lacrimógeno, inmovilizadores de descargas eléctricas.
«Siempre estarán de dos a tres elementos de manera conjunta, desplegados en la calle y sirviendo a la gente. Con esta estrategia nuestra apuesta es ampliar la capacidad operativa del 30 por ciento de nuestra Policía Municipal».
Asimismo, el secretario de Seguridad Pública Municipal de Querétaro, Juan Luis Ferrusca Ortiz, justificó la necesidad de implementar este tipo de fuerza policial, pues el 32 por ciento de las faltas son incivilidades y el 28 por ciento a actos posiblemente de carácter delictivo.
«Es una evolución del modelo de policía de proximidad, con un enfoque especializado en civilidad y respeto a los derechos humanos. Esta política da respuesta a una demanda ciudadana, que deriva del análisis de las conductas señaladas por los reportes de la línea de emergencia y los estudios de percepción del INEGI».