Braulio Guerra asume la presidencia del Poder Judicial e impulsa una justicia con tecnología, perspectiva social y cercanía ciudadana.
Hace 32 años, Braulio Guerra Urbiola comenzó su carrera en el servicio público. A los 20 años, ocupó su primer cargo gubernamental en el departamento de Atención a la Juventud del Gobierno del estado. El 1 de octubre, asumió la presidencia del Poder Judicial de Querétaro.
El proyecto del magistrado, electo en 2019, integra nuevas tecnologías para apoyar al personal, reducir la carga laboral y responder a las demandas de justicia de la ciudadanía.
En entrevista para la revista Perfiles, Guerra Urbiola compartió su visión para el Poder Judicial: escuchar a los 1,300 colaboradores y lograr una labor más humana y eficaz en favor de la sociedad.
“Me parece que la justicia siempre es una deuda histórica, es una deuda que se descompone en distintas vertientes: desde el área social, es decir, hay mucha marginación, pobreza, vulnerabilidad… La justicia también tiene que ver con aspectos de seguridad de cuestiones que en el país hoy están aconteciendo y que abren botones. Estamos observando que nuestro México se ha transformado y ha cambiado de manera muy profunda y tenemos que observar esa realidad”.
Para Braulio Guerra, la justicia no puede ser un ente cuadrado que se ciña literalmente a lo que dicten las leyes, sino debe tener perspectiva social para lograr empatía con la visión de las nuevas realidades, “encontrar respuestas y reconstruir para evolucionar”.
En ese sentido, el Poder Judicial de Querétaro tiene las instituciones, de acuerdo con el magistrado, para alcanzar esta empatía y, en sí misma, lograr justicia con equidad.
“Tenemos desde una visión de la justicia social, la justicia también como deuda desde una perspectiva de seguridad y paz para el país y la justicia como una vertiente de las necesidades de cada persona cuando quiere defender un derecho, reclamar un derecho o exigir una obligación. Me parece que nosotros tratamos de empezar a transmitir una idea, una Justicia de evolución y eso, digamos, será nuestra filosofía de donde desprende todo un proyecto de trabajo y una agenda”.
¡Ya tenemos nuevo canal de WhatsApp!
Guerra Urbiola cuenta con experiencia en el Poder Legislativo como diputado local y federal; participó en la transición hacia la justicia oral y conoce el entramado general de la impartición de justicia. Por ello, lo eligieron en 2019.
El proyecto de su presidencia enfatiza una relación cercana con la ciudadanía. Para lograrlo, ha escuchado activamente a las trabajadoras y trabajadores que permiten el funcionamiento del Poder Judicial, comprendiendo que cada municipio y comunidad presenta realidades y necesidades distintas.
Como primer paso en su nueva presidencia, pocos días después de asumir el cargo, visitó cada juzgado y oficina del poder judicial para escuchar de primera mano las experiencias y vivencias de quienes sustentan la operación de la impartición de justicia.
“He preferido ir juzgado por juzgado. Me he dado una hora por lo menos con cada juzgado. Platicar con cada jueza, con cada juez, quienes me han expuesto sus necesidades, sus problemáticas. La gente del Poder Judicial tiene un enorme compromiso con su trabajo ¿Por qué? Porque tienen jornadas laborales de ocho de la mañana, comen en el juzgado, salen a las ocho, nueve, 10 de la noche. Ustedes vayan en la noche a la Ciudad Judicial y hay gente trabajando el domingo, el sábado, porque trabajan sobre presión”.
Como parte de una visión humana, el nuevo Poder Judicial busca resolver la carga de trabajo para su aparato laboral; eso beneficiará, explicó el magistrado, en trascender en la atención.
A la par, la meta es tener diálogo con todos los sectores de la sociedad, para enriquecer el diálogo y el debate, de la mano (como señaló en toda la charla) con la tecnología.
“Los jueces y magistrados debemos tener mucha cercanía con la sociedad, con las organizaciones civiles y con los activistas de derechos humanos. Debemos comprender distintos fenómenos y la Justicia tiene que evolucionar y mejorar poniéndose en sintonía con las nuevas tendencias. No podemos estar ajenos, por ejemplo, a la inteligencia artificial, a la digitalización”.
Por si te lo perdiste: Martín Arango es ratificado como dirigente estatal del PAN
En la nueva era del Poder Judicial, una de las claves es digitalizar procesos que permitan aminorar la carga de trabajo, junto con el objetivo de hacer justicia; para ello, se propondrá un esquema de capacitación que ayude a la evolución planteada.
“La notificación tiene que ver con el hecho de que la persona tenga conocimiento, que esté enterada, entonces necesitamos hacer esfuerzos presupuestales que son muy complejos para digitalizar, una Justicia en evolución amigable con el medioambiente. Tenemos que reducir la huella de carbón, reducir el uso de papel, utilizar materiales con recursos biodegradables”.
“Una Justicia en evolución es una Justicia que es amigable con la interculturalidad, es decir, que toma en cuenta a las partes en conflicto que, por ejemplo, tiene un origen étnico indígena, tenemos protocolos para juzgar con perspectiva intercultural e indígena, internacionales”.
Para tener más contexto: Braulio Guerra planea usar Inteligencia Artificial en TSJQ
La Justicia, señaló, debe tomar en cuenta el contexto social, cultural y de idioma de las personas; por ello, también se busca reforzar la labor que se tiene con los casos judicializados de comunidades indígenas.
“No tenemos un protocolo, y que queremos impulsar. Es para juzgar con perspectiva otomí, porque es distinto el zapoteca, es distinto el náhuatl, es distinto el maya, y que un juez comprenda los usos y costumbres, la forma de pensar, no solamente el intérprete, sino la manera en la que la comunidad otomí se incorpora a la ciudad o desde sus comunidades”.
“Tienen ancestralmente formas de ser, usos y costumbres. Es muy importante que un juez lo entienda más allá del Código Civil, más allá del Código Penal, entonces una Justicia en evolución tiene que conectar con la comunidad LGTB, que tiene que ser incluyente, tiene que tener una perspectiva de género, tiene que tener una perspectiva a la niñez, niños y niñas, pero muy local, porque es diferente el tratado internacional interamericano a las experiencias que la niñez vive en Querétaro”.
Actualmente, el Poder Judicial tiene 7 mil expedientes en espera, los que son fluctuantes porque algunos se resuelven y otros siguen llegando.
En tanto, son 93 juzgadores (hombres y mujeres, junto con su equipo de trabajo) los que deben resolver.
Además, la presidencia del Poder Judicial es el encargado de encausar los esfuerzos del Tribunal Superior de Justicia, del Consejo de la Judicatura y de la dirección del Palacio de Justicia.
“Tenemos mil 400 personas aproximadamente, que elaboran aquí, en esta institución. 80 jueces, 13 magistrados… somos 93 personas juzgadoras; entonces sí… es un aparato muy complejo en su funcionamiento y en su maquinaria, para que todo esté ordenado y funcionando”.
Por si te lo perdiste: Martín Arango: Vamos a refrendar la confianza ciudadana
Aunque la prioridad radica en la operación del aparato humano en conjunto con la tecnología, el Poder Judicial proyecta expandir su infraestructura.
Una ventaja importante, atribuida al trabajo de Mariela Ponce Villa —expresidenta del Poder Judicial y antecesora de Braulio Guerra—, fue la adquisición de un edificio propio, lo que permitió aliviar la carga monetaria de la renta de tres edificios en el Centro Histórico.
Actualmente, el edificio del Poder Judicial, ubicado junto a las oficinas del DIF en la Plaza de Armas, funciona como sede del Consejo de la Judicatura del estado.
Lee la entrevista completa en: REVISTA PERFILES – NOVIEMBRE 2024
Con información de: Miguel Flores y Marittza Navarro