Tras vencer en las elecciones consideradas como las más grandes de la historia de México, celebradas el 6 de junio, el excandidato del Partido
Acción Nacional (PAN) a la gubernatura recibió la estafeta de Francisco Domínguez Servién, al lograr una ventaja de más de 30 puntos porcentuales sobre Celia Maya, de Morena.