Sin embargo, las altas temperaturas ocasionadas por el cambio climático, además de la alta demanda de agua, la mala distribución y las fugas que no se atienden han agravado la sequía, un ejemplo es Nuevo León. Prueba de ello, es que México es uno de los 25 países con mayor estrés hídrico según el Instituto Internacional de Estudios Globales para el Desarrollo Humano.